Filipinas es un país muy diferente al resto de los que he conocido en Asia, como Tailandia, Vietnam, Camboya y Japón, y muy parecido a Venezuela y otros países latinos como Cuba, Panamá, República Dominicana o México. Y lo más increíble es la gente: el filipino te sonríe y de inmediato pregunta ¿de dónde eres? Habla mucho contigo, da recomendaciones de comidas y lugares a visitar
Si me sigues desde hace tiempo, sabes que he visitado varios países de Asia; sin embargo, Filipinas me dejó muy sorprendida al ser muy diferente de todos los demás. Este país es más parecido a Latinoamérica de lo que crees, y la razón se debe a que los españoles lo colonizaron en 1521. De hecho, el nombre Filipinas se debe al entonces rey Felipe II de España. En este artículo te mostraré algunas cosas que puedes hacer si visitas la Ciudad de Cebú.
Explorar la Ciudad de Cebú
Considerada la ciudad más antigua de Filipinas, Cebú es el centro comercial y turístico. Con antiguas fortalezas españolas, parques marinos, deliciosa comida y parques, Cebú ofrece muchas experiencias para sus visitantes, ya sea por negocios o simplemente por placer.
Una buena manera de movilizarse en la ciudad es en taxi. Son muy económicos y por esto son muy usados por turistas y locales. Una carrera mínima cuesta desde 0,80 y todos usan taxímetro, por lo cual no vas a lidiar con precios para turista o con el regateo.
La ciudad también cuenta con grandes centros comerciales. Todos son bonitos, grandes y con gran variedad de marcas como Zara, Pull & Bear, Bershka, Steve Madden, Aldo, etc. Si quieres hacer alguna compra o simplemente pasar tiempo en aire acondicionado para resguardarte un poco del calor, te recomiendo visitar Ayala Mall. Tiene todas las marcas y un gran jardín rodeado con restaurantes y cafés.
Para conocer más de su historia, debes visitar lugares emblemáticos como la Basílica del Santo Niño, que alberga al icónico Santo Niño de Cebú, a quien los filipinos son bastante devotos. En mi visita pude apreciar esta devoción por todos lados, desde estatuas gigantes en las capillas, pulseras en cualquier kiosco, imágenes en los taxis y hasta en las palancas de los carros. También puedes visitar la Fortaleza de San Pedro, la Cruz de Magallanes y el Templo Taoísta de Cebú. Un dato curioso que te comparto es que en una de las entradas de la Basílica del Santo Niño hay un centro de reflexología en el cual te hacen masajes de pies, hombros o manos a cambio de la compra de los materiales para tu masaje y una donación. El kit de masaje cuesta poco más de un dólar y al final de la sesión puedes dar lo que tú consideres.
Visitar las islas cercanas
Con solo tomar un ferry, puedes llegar a hermosas islas como Malapascua, Bantayan y Camotes. Las islas de Filipinas son famosísimas porque ofrecen playas de arena blanca, aguas cristalinas y oportunidades para practicar snorkel y buceo.
Una de las islas que visité fue Bohol, la cual es muy famosa por sus llamadas “montañas de chocolate”. Para llegar a ella, tomamos el ferry desde Cebú hasta Tagbilaran y el ticket cuesta aproximadamente $16 por persona. Este ticket puedes comprarlo en línea o directamente en la taquilla, y sale cada hora desde las 6 am hasta las 9 pm.
Relacionarse con los locales
Pasé algunos días en una playa llamada Alona, en Panglao. Allí estuve haciéndome algunos peinados y masajes para mi canal de belleza. En ese momento conocí a una local llamada Melissa, que nos pareció muy honesta, trabajadora, feliz y con buena vibra. Chris quiso dejarle un regalo como propina y ella me agregó en Facebook para mostrarme lo que había hecho con el dinero.
Parte de lo que hizo fue comprar comida para su casa, pero además nos quiso hacer un regalo que se trataba de una taza personalizada con una foto que nos tomamos y un mensaje que decía “estoy muy agradecida y feliz, más allá de las palabras, todo lo que puedo decir es gracias”.
Como Melissa, conocimos a muchas personas amables; el filipino te sonríe y habla mucho contigo, da recomendaciones y sugerencias de comidas y lugares a visitar. Es por esto que lo mejor que me llevo de Filipinas es esta experiencia con Melissa y la gente en general.
Por supuesto, probar su gastronomía.
No puedes dejar de probar los platos típicos de Cebú, como el ngohiong (un rollito de primavera frito), el chorizo cebuano y el lechón. Este último es súper común en países como España y Venezuela. Aquí la gente lo ama y lo come en ocasiones especiales como fiestas o bodas.
Un lechón completo cuesta alrededor de $200, pero también lo venden por porciones. Yo lo probé en una cadena muy conocida llamada Rico’s, y decidí probarlo con y sin picante, acompañado de fideos típicos y arroz con ajo.
Si tienes tiempo otro lugar para comer un muy buen lechón es Talisay. Una población muy visitada por los cebuanos especialmente durante los fines de semana. Los domingos se instala un mercado Talisay Liston Food Park en el que venden muchísimo lechón: es fresco, muy suave y te lo dan con piel muy crujiente. Puedes acompañarlo con arroz y cuesta aproximadamente 4 dólares por 100 gramos.
Además de comer en los restaurantes y centros comerciales, puedes hacerlo en los carritos de comida callejera que se encuentran por todos lados. Esto me hizo recordar al centro de la ciudad de Caracas.
En otro de los centros comerciales que visité, comí en un restaurante llamado Mango Habanero, uno de los pocos que ofrecen “comida saludable” como vegetales y pollo rostizado. Esto no se ve tanto aquí porque la gente acostumbra a comer mucho pollo frito y comida rápida. Yo decidí comer pollo, maíz, papas y pan, y mi plato costó $9.
Un lugar muy peculiar en Filipinas son las carinderias. Una especie de loncheria en la cual venden comida local y casera a precios muy económicos. Las verás muy a menudo y se distinguen por la cantidad de ollas que ponen en una mesa. Los locales las abren para elegir lo que quieran comer y servir en un plato. También verás a muchos locales comiendo en una cadena de comida rápida llamada Jollibee. Es originaria de Filipinas y famosa por su pollo frito y espagueti. Sí, los filipinos aman comer espagueti y lo acompañan con pollo y aquí es muy accesible y popular.
Sin duda, Filipinas y la Ciudad de Cebú me hicieron sentir como en casa en poco tiempo. La gente amable y simpática, los santos que veneran y su comida hicieron que mi recorrido se sintiera más familiar de lo que esperaba y que mi experiencia fuese lo más amena posible. Nunca pensé que en Asia me sentiría como en casa.
Otros lugares para visitar si estás en Cebú:
- Temple of Leah
- Budlaan Falls
- Binalayan Hidden Falls
- Dao Falls
- Tumalog
- Lumalong Swimming Pool
- Terrazas de Flores Botanical Garden
Recuerda que puedes ver un poco más de mis viajes y mi recorrido por el mundo en mi canal de Youtube y mi cuenta de Instagram.
