Quise recordar mi viaje a Japón compartiendo contigo los mejores lugares y recuerdos del increíble recorrido que pude hacer mucho antes de la pandemia. Este destino fue uno de mis viajes más esperados. Me llevó seis meses planificarlo, sobre todo por la distancia. Salí de Caracas a Miami, de Miami en carro a San Diego, de ahí a Los Ángeles donde tomé un vuelo a China y finalmente, hice escala hacia Japón.

Una vez en Japón, el primer lugar por conocer era el Kokura Castle (Castillo Kokura), así que tomé el famoso tren bala japonés que me llevaría hasta la estación Kokura a máxima velocidad. Desde el primer momento pude percibir el silencio de la gente, incluso dentro de la estación donde circulaban bastantes personas.

De camino al Castillo de Kokura

El trayecto a nuestro destino fue bastante entretenido, pues la estación de Kokura es un espacio lleno de tiendas y rincones súper vistosos que te invitan a probar cada detalle. Venden desde pescado en cajas hasta chocolates de cualquier sabor que te puedas imaginar. Me sorprendió la cantidad de cosas de Hello Kitty que tenían a la venta, las comidas, los dulces y el montón opciones gordelias que ofrecía el lugar. 

Llegar al castillo de Kokura fue mucho más impresionante. Desde que entras puedes disfrutar de los espacios, ir a la zona de picnic con tus acompañantes o tomarte fotos con los cerezos, en caso de que visites la ciudad entre los meses de marzo y abril, época en la que estos florecen.

El Castillo Kokura está lleno de cultura y de historia. En el año 1800 se quemó producto de una guerra entre clanes, pero fue reconstruido en 1959 y totalmente restaurado en 1990. Los distintos espacios alrededor del castillo están abiertos al público de forma gratuita desde 1999, así que puedes disfrutar de sus hermosos paisajes sin costo alguno. Para entrar al castillo sí tienes que pagar 350¥ (aproximadamente 3.5 dólares) por la entrada y también puedes adquirir comida callejera en cualquiera de los carritos que se encuentran en la zona.

Yo preferí comer en los tradicionales callejones. Algo muy curioso es que en los locales de comida japonesa, suelen tener muestras falsas —pero que se ven muy reales— de los distintos platos para que tengas una mejor referencia antes de ordenar.

La Torre de Fukuoka

Si vienes a esta ciudad, tienes que visitar la torre más alta de la zona costera de Japón. Una construcción moderna e imponente de 234 metros de alto que se demoró apenas 14 meses en estar lista. Fue inaugurada en 1989 y está diseñada para aguantar terremotos de hasta 7 grados de magnitud y vientos bastante fuertes.

De Fukuoka a Sasaguri

Sasaguri es una ciudad aledaña a Fukuoka y en ella se encuentra el templo budista  Nanzoin donde reposa el Buda de bronce más grande del mundo. Su tamaño equivale al de la Estatua de la Libertad, aunque este está reclinado sobre su brazo derecho. Un detalle muy lindo es que el Buda tiene unos listones atados a sus manos y estos recaen para que puedas tocarlos y conectar con él.

Si me lo preguntas a mí, este viaje vale completamente la pena. Visitar Fukouka, Sasaguri y cada rincón de Japón es una oportunidad para conocer esta religión y deleitar tu vista con atardeceres mágicos. Mientras superamos la pandemia, te invito a conocer un pedacito de esta hermosa cultura en mi último vídeo.