Recorrí las calles de Japón hasta llegar a la sede de Starbucks Reserve Tokyo, una de las cinco sucursales globales de Starbucks Reserve Roastery® y una parada obligatoria para los amantes del café o la cultura japonesa. Se trata de un tipo de cafetería de casi 3.000 m² diseñada para que los clientes gocen de una experiencia de lujo y aprendan sobre la cadena de elaboración del café.

Uno de las características que distingue este Starbucks premium de uno tradicional es que tanto en su fachada externa como en cada uno de los elementos internos sustituyen la icónica sirena de su logo por una estrella acompañada de la letra R (de Reserve), pero algo todavía más importante es que cuentan con personal que se dedica, exclusivamente, a viajar por el mundo y seleccionar los mejores granos de café del mundo para ofrecer una experiencia de calidad de inicio a fin a sus clientes.

Del grano a la taza

El primer piso es un espacio precioso y atractivo donde los clientes pueden disfrutar y descubrir cómo el grano de café sin tostar se convierte en una bebida en manos de los baristas que vierten su corazón en cada taza.

Acá hay un bar y justo en la entrada se encuentra el barril de Starbucks más grande del mundo, hecho de cobre y decorado con tintes rojizos y flores artesanales. Mide 55 pies de altura, por lo que alcanza el último piso del Starbucks Reserve.

Este barril está hecho con una técnica de martilleo japonesa llamada tsuchime que consiste en involucrar a varias personas en la construcción y a cada una de ellas se le da la oportunidad de golpear el barril una sola vez para conseguir un relieve único.

Además del Roastery principal, cuentan con un área de bakery donde se hornean los panes, preparan la comida y una gran variedad de postres italianos. Puertas adentro encontré cafés de tierras colombianas, de Costa Rica e incluso de Uganda.

Además de la oportunidad de degustar un exquisito café, en un Starbucks como este no podía faltar el merchandising: tazas, libretas y hasta parches para tu ropa, todo inspirado en la estética de la marca.

Mixología tradicional por todo lo alto

En el segundo piso se ubica el bar Teavana; allí puedes observar cómo extraen aproximadamente 18 tipos de té y pedir el que gustes en la barra. Subir al tercer piso te lleva a algo mucho más interesante: el bar Arriviamo, un área que ofrece muchísimas opciones de postres, comida, cócteles exclusivos, vinos, cervezas y cafés que salen directamente de sifones como si se tratara de la mencionada bebida espumosa.

Yo elegí una torta de chocolate italiana con cobertura de avellana y la acompañé con un café proveniente de Pedregal en honor a todos mis hermanos colombianos. La presentación es muy bonita y cuidan cada detalle. Junto al café que me sirvieron me dieron una tarjeta súper colorida con una explicación del origen de ese café, su sabor, textura y aroma.

En Starbucks Reserve cada rincón es especial

Como era de esperarse, hasta los baños en este Starbucks son modernos y están muy bien equipados para que incluso en estos rinconcitos tengas una experiencia inolvidable de tu paso por Japón.

Para mí fue como visitar un laboratorio porque desde que entras hasta que llegas al piso más alto puedes ver cómo los granos de café se tuestan, recorren las tuberías y finalmente, se convierten en la popular bebida.

Conocer este Starbucks implica adentrarse en una conjugación de culturas, sabores, texturas y aromas. Si algún día visitas Japón, solo o acompañado, tienes que pasarte por este lugar y disfrutar de sus delicias acafeinadas. Por ahora, sírvete una buena taza de café y conoce hasta el último detalle de este recorrido en mi canal.