Durante los años 70, Camboya vivió uno de los genocidios más devastadores de la historia, llevado a cabo por el régimen de los jemeres rojos bajo el liderazgo de Pol Pot. Durante este período, se sembraron miles de minas antipersona por todo el país. A esto se sumó el hecho de que, durante la Guerra de Vietnam, Estados Unidos bombardeó intensamente varias regiones de Camboya y lanzó numerosos dispositivos explosivos. Como resultado de estos conflictos, especialmente en las zonas rurales, Camboya quedó plagada de minas, muchas de las cuales aún representan un grave peligro. En este artículo te contaré sobre mi experiencia visitando Apopo, una de las fundaciones que trabajan para limpiar Camboya de minas
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Toggle¿Por qué existe Apopo?
Hoy en día, Camboya es el país con más personas discapacitadas per cápita, debido en gran parte a los numerosos accidentes causados por estas minas. Muchos de los afectados no solo mueren al pisar una mina, sino que también pierden extremidades, y en muchos casos, son niños los más vulnerables. Pero las minas no solo causan muertes y mutilaciones; también impactan profundamente la economía del país. Cuando ocurre un accidente, las familias dejan de trabajar la tierra, por miedo a que haya más minas en la zona. La siembra de arroz, que es una de las principales actividades económicas del país, se ve gravemente afectada, poniendo en riesgo el sustento de muchas familias.
Es común ver en las calles de Camboya a personas que han sido víctimas de las minas, algunas cantando y tratando de llevar una vida digna a pesar de las dificultades. Afortunadamente, existen organizaciones que trabajan para limpiar el país de minas, y una de ellas es Apopo. Yo tuve la oportunidad de visitar su sede en Siem Reap, donde entrenan a ratas para detectar minas. Esta organización tiene un enfoque muy particular: utilizan ratas africanas, una especie que es entrenada durante aproximadamente un año.
¿Por qué especialmente las ratas?
El entrenamiento es muy efectivo, ya que una sola rata puede inspeccionar 400 metros cuadrados en solo media hora, mientras que un humano con detector de metales tardaría hasta cuatro días. Además, los detectores de metales a veces generan falsos positivos, pero las ratas son entrenadas específicamente para detectar el olor de la dinamita y así identificar las minas con una precisión mucho mayor.
Las ratas viven alrededor de nueve años, pero trabajan durante un período de 4 a 5 años, ya que solo laboran tres o cuatro horas al día debido al agotamiento por el calor. A pesar de su corto tiempo de trabajo, son increíblemente eficientes en esas horas. Una de las grandes ventajas de este método es que las ratas son lo suficientemente livianas como para no detonar las minas. Pesan aproximadamente un kilo y medio, mientras que las minas requieren al menos cinco kilos para explotar. Sin embargo, si un niño pisa una mina, la explosión puede ser fatal. De hecho, muchas de las personas que hoy vemos en las calles de Camboya con amputaciones son víctimas que pisaron minas hace 30 años.
Este viaje me ha hecho reflexionar profundamente sobre cómo aquello que para muchos de nosotros sería inimaginable, para otros es la vida cotidiana. Ver de cerca esta realidad me recuerda lo afortunados que somos y que a veces, lo que parece una locura desde nuestra perspectiva, para otros es la normalidad en la que viven y luchan cada día. Espero que esta historia te inspire a mirar el mundo con otros ojos y a apreciar lo que a menudo damos por sentado. Recuerda que puedes ver un poco más de mis viajes y mi recorrido por el mundo en mi canal de Youtube sobre viajes, mi canal de belleza y mi cuenta de Instagram.