Al verlo hay que ponerse de puntitas para darle el respectivo beso de saludo en la mejilla. Atrapa con la sonrisa, con una mirada sonriente que no cesa. A simple vista da la impresión de haber desarrollado una carrera artística con facilidad, pero no. Ha habido exigencias, ha habido sacrificios.
“Desde los ocho años estoy cantando. Comencé en corales y fue gracias a mi padre, quien es profesor de canto lírico y llegó a Venezuela en 1953. El canto inició como un hobby hasta que un día le dije a mi papá que quería ser cantante. Ya sabía lo que quería hacer”.
Ricardo Malfatti seguía la música de Luis Miguel, a él le gustaban las melodías románticas. Se identificó con ellas desde los 13 años, cuando comenzó a cantar con agrupaciones como Melódicos y Billos.
“Si fuera un ángel”: la satisfacción
Su primera producción discográfica “Si fuera un ángel” está a punto de salir al mercado, pero antes de realizarla pasó por muchas experiencias: animó eventos, realizó doblajes para Nickelodeon, actuó, participó en un disco de homenaje a grandes boleristas, formó parte del reallity Estrellas de la Música y superó a 26 mil aspirantes para formar parte de la primera edición de Latin American Idol.
“Creo que estaba escrito, creo que Dios me catalogó como artista, Dios me dio esta oportunidad de dedicarme a la música y es lo único que sé hacer y que domino: interpretar mis canciones y transmitir sentimientos por medio de la música”.
El cantante Ricardo Malfatti reveló que “Si fuera un ángel” se ha hecho con muchísimo sacrificio: “Ha sido un trabajo de años, de constancia, de tocar puertas. El trabajo de la música es duro, pero trae satisfacciones que valen la pena”.
Lo que une a las personas, une al mundo
Su suerte está unida a una cruz de plata que conserva como amuleto desde que partió a Buenos Aires para participar en Latin American Idol y así lo está la música a los seres humanos, según explica.
“La música es inspiración y unión para todos los seres humanos. La música te ayuda a expresarte, es la conexión entre países, es esperanza y es amor”, pero para Malfatti la música también es desamor.
“El desamor forma parte de la vida y une. Une porque existe el perdón y tiene que haber una reconciliación, si perdonas de corazón quedas en paz contigo mismo y con quienes te rodean. La música es lo más bello que existe para uno poder manifestar sentimientos, nada como la melodía, los instrumentos. La música ha sido por años algo muy importante para unir al mundo”.
“Cantar no es cualquier cosa”
Quizás algunas personas sienten que ser cantante es fácil, desde la perspectiva del fanático puede verse como una carrera divertida, pero cantar no es cualquier cosa y Ricardo lo corrobora: “Cantar no es cualquier cosa pues hay que conservar la voz, conocer los matices por eso hay que decir con responsabilidad y respeto al público ‘yo soy cantante’”.
El estudio y la preparación nunca han estado al margen de la preparación de este cantante. El impulso familiar y el respaldo de su público hacen que su lucha sea más llevadera. Las exigencias siguen y eso no será un obstáculo para este venezolano, pues tiene el secreto para mantenerse en pie: constancia, disciplina y humildad.
Fotografías cortesía de @RMalfatti