Aproveché mi estadía en Yucatán para viajar a Mérida, conocer Izamal y degustar la comida y los postres típicos yucatecos: sopa de lima, relleno negro, tamal colado, pop chuc y algunos postres como el dulce de papaya; así que te invito a conocer conmigo esta fusión cultural entre los mayas y los españoles.
Empezamos el recorrido en el Parque de Santiago, un espacio abierto súper lindo donde resalta, sobre todo, su catedral colonial. En este parque se encuentra el Mercado Santiago, donde nos adentramos para degustar la comida local y compartir contigo nuestras mejores recomendaciones.
El Panucho Yucateco
La primera parada fue en el Panucho Yucateco, un restaurante con un menú muy variado de platos tradicionales mexicanos y de la península: chilaquiles, quesadillas, cochinita pibil, entre otros. Mi comida favorita de este local es la sopa de lima; tiene un costo de MXN $70 (USD $3.5) y como su nombre lo indica, es una sopa con limón. Lleva caldo de pollo, se le agrega pavo desmenuzado y tortillas para darle más textura. Generalmente, los locales suelen acompañar esta sopa con algún antojito como un panucho, un taco o cualquier otra preparación para complementar.
Como ves, es muy común para los mexicanos aprovechar un mismo ingrediente o preparación para servir diferentes platos típicos. En este caso, usaron las tortillas para la sopa de lima, pero también pueden convertirse en las protagonistas de otros platos. Nosotros difrutamos al máxico los sabores yucatecos en el Panucho y salimos de allí para ir hacia Izamal, el pueblo amarillo, a seguir experimentando.
Restaurante Kinich
De entrada, arrancamos con unos panuchos que costaron MXN $85 (USD $4.25). Son unas tortillas rellenas con frijoles y otros condimentos muy tradicionales de la región. De primer platillo fuerte elegimos unos papadzules que costaron MXN $155 (USD $7.75). Se trata de unas tortillas de maíz rellenas con huevos sancochados y una salsa hecha con semillas de calabaza.
Luego, probamos un plato muy famoso de la región: el relleno negro preparado con carne de pavo y de cerdo. Costó MXN $195 (USD $9.75) y venía acompañado de huevos duros y su característica salsa negra elaborada con una mezcla de chiles que le dan un toque ahumado y ligeramente picante.
Pasamos al momento del postre y empezamos con uno típico de todo México, el flan, un dulce que se asemeja mucho al quesillo venezolano. Sin embargo, si estás de paso por Izamal, tienes que probar el napolitano, un flan único que solo se encuentra en esta región porque contiene queso de bola. Costó MXN $55 (USD $2.75) y la combinación entre dulce y salado estuvo increíble.
Seguimos con uno de los postres autóctonos de la región, el dulce de papaya. Se hace con papaya verde y se cocina a leña durante ocho días en períodos de entre ocho y 10 horas, algo que lo hace súper especial por todo el trabajo que conlleva elaborarlo. En el restaurante Kinich costó MXN $55 (USD $2.75) y por supuesto, viene acompañado con queso de bola. Así nos despedimos del restaurante Kinich, con un dulce recuerdo y una grata experiencia.
La Chaya Maya
Antes de degustar los platillos típicos, nos sirvieron unos totopos de entrada acompañados de dos cremas: una de frijoles y otra de semillas de calabaza. Nos refrescamos con un agua de chaya, una bebida hecha con una especie de espinaca originaria de la región. La clásica es el agua de chaya con limón, aunque se puede acompañar con naranja o con piña. También probamos los tamales colados y las clásicas tortas de cochinita pibil.
Ahora bien, de comida pedimos queso relleno y pan chuc. El queso relleno es un plato que se creó en el siglo XVII y hoy en día se mantiene y nos sigue enseñando muchísimo de la historia mexicana. Los más tradicionales son servidos en forma de bola, pero incluso se sirven en lajas como lo hacen en la Chaya Maya, relleno de carne molida y con algunos toques europeos como las pasas y las alcaparras; además de su infaltable salsa de tomate. Costó MXN $125 (USD $6.25).
Al terminar nuestro recorrido por los restaurantes de la zona, aprovechamos para disfrutar de la movida nocturna e ir en busca de un carrito de marquesitas, uno de mis dulces típicos yucatecos favoritos.
Cuesta aproximadamente MXN $50 (USD $2.5) y aunque es muy común encontrarlo en las calles de Yucatán, este dulce nació en Mérida en el año 1930. Se dice que fue inventado por un heladero que vendía bastante en la época de verano, pero no tanto durante el invierno, así que se le ocurrió comenzar a vender la barquilla sin el helado.
Tiempo después, le puso como relleno el popular queso holandés que también es el acompañante de muchos platillos de esta región y actualmente, se comercializa con otros rellenos y toppings como el queso Philadelphia, el mango y la Nutella.
El que nosotros podamos disfrutar de todos estos platillos y postres deliciosos mexicanos es resultado de una fusión cultural entre mayas y europeos. En este viaje nos quedaron muchos lugares por conocer y platos por probar, así que espero regresar a Mérida muy pronto.
Agradezco haber tenido la oportunidad de recorrer sus calles, aprender sobre su historia, compartir con su gente y degustar sus sabores autóctonos. Definitivamente, no hay nada como vivir esta experiencia por ti mismo, pero mientras tanto, te invito a disfrutar conmigo de este recorrido gastronómico por los mejores lugares de comida típica yucateca en Mérida haciendo clic aquí.